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Los orígenes del periodismo del corazón

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Debido a la evolución tecnológica, la sociedad ha sufrido una transformación y las costumbres han ido cambiando o desapareciendo. Por ejemplo, ya no existe esa “plaza del pueblo” donde se juntaban los grupos de amigos para contarse las intimidades de los demás. Ahora, ese ejercicio lo hacemos a través de los medios de comunicación: la televisión y las revistas son esa “plaza del pueblo”, y los habitantes de ese pueblo son los personajes del corazón, públicos y comunes a través de los medios para toda una sociedad de masas. El periodismo del corazón especialmente en televisión, en lo que a audiencias se refiere, se ha convertido en un valor seguro para las cadenas que deciden apostar por esta rama informativa y de entretenimiento. Se trata de programas sin rivales que además generan grandes debates.

Programas que se mantienen durante años en la parrilla televisiva siendo líderes indiscutibles de audiencia, consiguiendo minutos de oro y muchísima repercusión, siendo los más comentados, los más vistos y con un gran impacto social. Pero todo ello ¿a qué se debe? es interesante saber cómo empezó todo esto, para conocer el origen de esta historia vamos a volver al pasado durante unos segundos y recordar cómo nació esta industria que hoy en día ocupa un lugar muy elevado en el ranking de ventas. En España, el precedente fue el espacio radiofónico “El consultorio de Elena Francis”, que comenzó a emitirse en 1947 en Radio Barcelona, pasó a dar cobertura a todo el país poco después debido a su gran éxito. El punto de inflexión lo marca el hecho de que, por primera vez se trataran en un medio masivo temas que corresponden a la esfera íntima de las personas, en este caso los oyentes hacían consultas a Francis sobre temas personales. Es entonces cuando se produce un cambio drástico en la historia del entretenimiento. Este sector comienza a llamar la atención del público, que cada vez se interesa más por lo que le pasa a cada persona.

Sobre todo, en la década de los 2000, este tipo de prensa alcanzó sus más altas cotas de consumo (a través de la televisión y las revistas) como consecuencia de la exportación del formato reality show. Desde entonces un personaje del corazón podría fabricarse dentro del propio género o tenía que tener relevancia en otro ámbito, como la música, la política, el cine o la moda. Fundamentalmente se centraba en informar y recoger los cotilleos, indiscreciones y rumores de las reuniones, saraos y veladas de la alta sociedad, no ya solo los de carácter oficial (bodas, bautizos, actos, fiestas y otros pequeños sucesos del mundillo).

 

Finalmente, hay que decir que se trata de un tema de conversación común. ¡Somos humanos! Ya en el colegio, queríamos saber quién había dicho qué sobre quién. ¿Qué había pasado y por qué? Y ¿Qué personas estaban implicadas? Más tarde, en la oficina nos preguntamos acerca de quién se acuesta con quién y por qué tal persona llora desde hace tres días. De manera natural somos curiosos y nos gusta saber lo que pasa a nuestro alrededor.

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